Por que solo somos capaces de pensar con
nuestra lupa puesta en nuestro pequeño mundo, no quiero imponer ni aleccionar a
nadie en estas líneas, simplemente, expresar un pensamiento un sentimiento.
Somos tan distintos tan similares todas las personas y son tan absurdo los
nacionalismos, nadie debería defender una región ni un estado por encima del
otro. Claro que cada zona del mundo tiene sus peculiaridades y toda persona
debe tener un apego por algo a lo que llamar hogar. Pero creo que toda persona
en el mundo debe luchar porque las cosas mejoren para todos, no solo para su
calle, barrio, ciudad, provincia país estado o lo que sea. Hoy más que nunca el
mundo es global y o cambia todo o nunca existirá un cambio real, solo parches a
un sistema imperfecto que solo se centra en el poder-dinero, y no en las
personas, en los seres humanos, por eso me encantaría que la sociedad se
encaminase hacia una economía social, en donde los derechos fundamentales
fuesen una línea infranqueable, en donde las personas no se enriqueciesen a
costa de personas, en donde se pueda lograr un mundo sostenible a través de una
economía real, sin una economía ficticia que juega con promesas y sueños de
personas y que genera humo para subir poder y control desde la planta baja
hacia la azotea donde solo se encuentran un club de poderosos que dejan migajas
a los encargados de ejecutar sus deseos a los secuaces de los pisos
intermedios, que se creen con dioses con poder cuando solo son eso, simples
secuaces, políticos, religiosos…. Por todo ello se debería poner limites a su
poder como la tasa T de tobin al flujo de capital puramente especulativo, que
existiese una democracia representativa en donde una persona=1voto, en donde no
existan ciento y un tipo de administraciones en donde a través de una
burocracia vendida a las personas para una mejor representación, ni siquiera se
puedan escuchar unos a otros. Está claro que no somos todos iguales, puede ser
que cuando asumamos esto que un hombre no es igual a una mujer, que un asiático
no es igual a un negro ni a un blanco, ni un congoles a un marroquí ni un
vietnamita a un chino igual podemos darnos cuenta que todos somos distintos,
pero en el fondo todos somos iguales y formamos parte de algo que nos supera
pero que podemos controlar y es ahora cuando lo podemos controlar a un nivel
global desconocido hasta ahora.